Thomas Bach, de 59 años, se desempeñaba como vicepresidente del COI desde 2006, mismo año en que asumió como presidente del Comité Olímpico Alemán, y ahora sucederá al belga Jacques Rogge como máxima mandatario de la institución.
El alemán fue medalla de oro en esgrima (florete) en Montreal 1976 y tienen un largo recorrido del Comité Olímpico Internacional. Además, cuenta con el apoyo del jeque de Kuwait, Ahmad Al-fahad Al-sabah, presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales.
Bach fue involucrado en un informe sobre un supuesto programa masivo de dopaje en la Alemania occidental antes de la caída del Muro de Berlín. "Ha habido muchos rumores en los últimos días pero no les doy importancia. Hablo con mis colegas y el resto no me interesa", explicó sobre el tema.
El alemán no es una continuidad absoluto de la línea de Rogge, quien comandó el organismo desde 12 años, ya que supone algunas modificaciones sobre todo relacionada con la toma de decisiones, siendo el nuevo presidente caracterizado como fundamental plural. "La Unidad en la diversidad", ese fue su lema para convencer a sus colegas.
"Sé de la enorme responsabilidad de presidir el Comité Olímpico Internacional y eso me hace feliz", dijo en su discurso tras conocerse el resultado de la elección. Además, le agradeció a Rogger por "el legado que deja" y pidió a sus compañeros: "Hagamos que esta orquesta suene de la mejor manera".
La elección
La candidatura de Bach superó la de otros cuatro: el singapurés Ser Miang Ng, el ucraniano Sergey Bubka, el puertorriqueño Richard Carrión y el suizo Denis Oswald. Previamente, en una primera votación con desempate, había quedado eliminado el taiwanés Ching-Kuo Wu, que había igualado en votos con Ng.
El alemán se impuso con 49 sufragio, dejando en el segundo lugar a Carrión con 29, mientras que tercero fue Ng con 6, quinto Oswald con 5 y quiento Bubka con 4. Wu fue eliminado en la primera ronda. Será así el noveno presidente del Comité Olímpico Internacional.
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